La crema catalana es un postre legendario cuyo origen está ligado a una anécdota: se cuenta que un obispo, en un intento de mejorar un flan demasiado líquido, le añadió azúcar caramelizado y, al probarlo caliente, exclamó «¡crema, crema!». Este postre tiene una larga historia en la gastronomía catalana, ya que se menciona en el libro de cocina medieval Sent Soví, de hace más de 700 años.
Como muchas tradiciones culinarias, la crema catalana no es una invención totalmente original, sino que forma parte de un intercambio cultural gastronómico. Es similar a la crème brûlée francesa, pero se distingue por el uso de almidón de maíz en lugar de nata como espesante. La crema catalana se caracteriza por una textura suave y dulce, cubierta de una crujiente costra de azúcar caramelizado. A algunos les vuelve locos… veamos 3 sitios donde comerla en Roma.
En Roma hay varios restaurantes donde disfrutar de una deliciosa crema catalana. He aquí algunas opciones recomendadas:
Restaurante Strada Romana
Este restaurante se encuentra en Roma, en Via Vicenza 19, en el barrio de Esquilino, cerca de la estación de Termini. Ofrece cocina tradicional romana con un toque moderno, en un ambiente acogedor y desenfadado. Especializado en platos típicos romanos como tonnarelli cacio e pepe, spaghetti alla carbonara, strozzapreti alla gricia y stringozzi all’amatriciana, también ofrece postres tradicionales y no tradicionales como crema alla catalana.
El duende
La crema catalana de El Duende, un restaurante español de Roma, es uno de los postres más populares del local. Preparado según la tradición ibérica, este flan está aromatizado con limón y canela y tiene una crujiente e irresistible costra de azúcar caramelizado. Los clientes suelen calificarlo de «inolvidable» por su calidad y sabor auténtico.
Casa Loca
CasaLoca es un restaurante español situado en Corso di Francia 207 y abierto en 2023 por el chef Riccardo Di Giacinto, galardonado con una estrella Michelin, junto con Ramona Anello. El restaurante se inspira en el ambiente de Ibiza y las Islas Baleares, ofreciendo una experiencia gastronómica auténtica y atractiva. El ambiente es acogedor y relajado, con un diseño que recuerda la naturaleza y la calidez mediterránea.
Los postres incluyen la Crema Catalana de Lavanda, una versión refinada del tradicional postre español. Este postre combina las clásicas natillas aromatizadas con limón y canela con un delicado aroma de lavanda, que aporta una nota floral y sofisticada. La corteza de azúcar caramelizado le confiere su crujiente característico, convirtiéndolo en un postre imprescindible para los amantes de la cocina española.